Años más tarde me picó el bichito de la curiosidad sobre las Runas. También me puse a estudiar, pero debo admitir que hay mucho menos bibliografía seria al respecto en castellano, comparada con la que sí hay sobre el I Ching.
Estudié estas mancias como formas de conocimiento, sobre todo de conocimiento interno, no como onda new age o algo así. Bien lejos de lo new age estaba yo en esos tiempos.
En realidad estas dos artes no son artes adivinatorias en verdad. No adivinan nada. Sólo van ampliando tu comprensión de la realidad, de aquello que está en la raíz misma de los acontecimientos.
Es impresionante el lugar que han tenido estas artes en la historia, en las artes, en la literatura. La fascinación por saber qué sucederá en el futuro, pero en realidad poder ver y comprender qué se debe hacer en esos tiempos propicios y no propicios.
Me parece que esto dará para otros posts.

2 comentarios:
Ah, el I Ching es muy bueno.
Siempre vuelve a mí aquello de la ropa interior de color amarillo...
Me robo esto para "por la boca..."
para allá va...porque esto es así como lo decís y mucha gente se enreda en mecates propios y extraños en estos asuntos.
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